17 septiembre 2007

Nunca te dejaré solo

Las caricias que nos arañan,
cicatrices de quienes nos aman.
Suave dolor que me calma,
heridas sangrantes, jamás curadas
recordatorio de cuánto te quiero,
me destroza saber, que siempre te espero.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Preciosa poesía. Me descubro ante tu sensibilidad humana y lírica.