Elegancia inusual, sin duda, la de Parks alienta sueños y deleita. Aquí, como en el resto de su obra, se percibe buen gusto, imaginación prolija, una técnica envidiable. También cierta vocación de ilustrador, que remueve en la conciencia magias ancestrales, resabios míticos de la cultura, arquetipos eróticos. Para algunos, vocación semejante ha de adherirse a textos fantásticos o a ciertas poesías. En este caso, sin embargo, la textura del arte reclama una vía inversa. ¡Me encanta!
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Elegancia inusual, sin duda, la de Parks alienta sueños y deleita. Aquí, como en el resto de su obra, se percibe buen gusto, imaginación prolija, una técnica envidiable. También cierta vocación de ilustrador, que remueve en la conciencia magias ancestrales, resabios míticos de la cultura, arquetipos eróticos.
Para algunos, vocación semejante ha de adherirse a textos fantásticos o a ciertas poesías. En este caso, sin embargo, la textura del arte reclama una vía inversa.
¡Me encanta!
Prof. Álvaro Zamora
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