03 febrero 2008

La vergüenza de Juno

Nuevamente me indigno ante las maravillosas críticas que está recibiendo una película tan limitada como Juno. Tengo que decir que todos los actores que aparecen me caen bien, que la música es estupenda, aunque sólo sea por incluir a Belle & Sebastian, pero la manera de contarnos la historia...
Se trata de una película abiertamente antiabortista, y que defiende la idea de la familia tradicional por todos lados. En primer lugar, ¿quién se queda embarazada? una chica cuyo padre se ha casado dos veces, de manera que Juno vive ahora con él y su madrastra, que se consideran unos padres "modernos" así que no "vigilan" lo que hace su hija.
La chica se queda embarazada y decide dar al niño en adopción, aunque en un momento habla de dar el niño en adopción a una pareja lesbiana, curiosamente la pareja elegida no puede ser más tópica, una deliciosa pareja hombre-mujer blancos, jóvenes, pijos de fácil sonrisa y con una casa inmensa.
Lo que al principio se muestra como una relación más o menos simpática entre Juno, y sobre todo, el futuro padre adoptivo, se torna en una desagradable situación en la que queda demostrado que el hombre es un ser inmaduro, incapaz de hacerse cargo de las responsabilidades.
De esta forma, acabamos con una película en la que una chica de 16 años tiene más coherencia que un hombre de 30. Una película en la que ninguno de los personajes masculinos tiene voz ni voto: El padre le dice a su hija que él no es el mejor para dar consejos y acepta todo lo que su hija propone, el novio queda silenciado por el constante parloteo de Juno, y finalmente el padre adoptivo queda como el más miserable de todos.
Está muy bien eso de "nosotras parimos, nosotras decidimos" pero ¿alguien se ha puesto a pensar en cómo se siente un padre?
Otra escena a tener en cuenta es cuando Juno está con su madrastra y su amiga ante la enfermera y esta le hace un reproche, y la madrastra le contesta con una frase muy ocurrente. Son todo reacciones entre mujeres, a ver cuál resulta más brillante o dice aquello que todas quieren oir, y que viene a decir "sólo admito críticas de alguien con una titulación superior". Perfecto, con todo esto obtenemos 3 sencillas reglas: esperar al momento más maduro para la concepción, mantener un hogar lleno de amor con tu pareja, y no olvides tus estudios.
Qué bonita moraleja, ¿no les parece? Pues lo que es a mí, no me convence.

1 comentario:

María José Bergmann dijo...

te felicito por tu blog, me encanta la ilustración. sobre esta película pienso lo mismo y me dio también para escribir sobre ella en mi blog.
saludos.