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04 marzo 2011
03 marzo 2011
02 marzo 2011
¿Qué tal tu día?
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La puerta se cerró, el golpe fue enmudecido por otro más fuerte. Al menos para ella fue más fuerte. Cayó al suelo sintiendo el frío de los baldosines en su cara. Apoyó su mano en el suelo e impulsó su cuerpo hacia arriba, tan sólo se levantó unos centímetros, podía sentir la fuerza en la espalda que volvía a deternerla en el suelo. Agarraron su cabeza, tirándole del pelo, soltándola con violencia hacia el borde del bidé. Cuando pudo volver a abrir los ojos estaba en la bañera vacía, con el agua de la ducha resbalando sobre su cuerpo, lavando algunas heridas, las ya cerradas, las reabiertas y las nuevas. Sujetándose del borde de la bañera se reincorporó, cerró el grifo, tomó una toalla, secó su cuerpo, lo envolvió en una bata. Abrió la puerta del baño, y una vez más, evitando el espejo, salió.
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28 febrero 2011
26 febrero 2011
23 febrero 2011
El revisor
Se abrieron las puertas del vagón y fue uno a uno disparando a cada uno de los pasajeros que allí se encontraban. Al entrar en el siguiente vagón decidió ser aleatorio dejando con vida a algunos, arrancando el último aliento a otros. Daban lo mismo las súplicas, los actos de valentía y las peticiones de intercambio. Tenía hambre, iba a devorarlos a todos. El tren se movía con cada uno de sus pasos, podía sentir su funcionamiento al disparar con su rifle contra aquella gente desprotegida que trataba detenerle lanzándole maletas, intentando correr al lado contrario, algunos lo conseguían, otros no, él decidía, él podía deternerlos, él acabaría con todos ellos.
Cuando el tren se detuviera, bajaría en la estación y continuaría su trayecto, sin mirar atrás. Aguantará el resto del viaje entre gritos y sangre. No era la primera vez, lamentablemente. Lamentablemente, tampoco la última.
¿Qué te lleva a hacer algo así? Tantas cosas que si las unes solo puedes decir ninguna, todas igual de importantes, con la misma insignificancia, tan importante, tan insignificante como lo es la vida humana.
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Cuando el tren se detuviera, bajaría en la estación y continuaría su trayecto, sin mirar atrás. Aguantará el resto del viaje entre gritos y sangre. No era la primera vez, lamentablemente. Lamentablemente, tampoco la última.
¿Qué te lleva a hacer algo así? Tantas cosas que si las unes solo puedes decir ninguna, todas igual de importantes, con la misma insignificancia, tan importante, tan insignificante como lo es la vida humana.
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22 febrero 2011
20 febrero 2011
17 febrero 2011
15 febrero 2011
14 febrero 2011
13 febrero 2011
Love kills
Thomas Laurent
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Despacio, lento, suave,
cada caricia es un leve rasguño,
cada día un poco más profundo.
Arrancando la piel, formando heridas,
llegando hasta el hueso, rompiendo los nervios.
Vaciando poco a poco el alma, dejando con hambre al sediento,
sin que se de cuenta, para que siga dando las gracias,
en el momento que separas su cabeza de su cuerpo.
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Despacio, lento, suave,
cada caricia es un leve rasguño,
cada día un poco más profundo.
Arrancando la piel, formando heridas,
llegando hasta el hueso, rompiendo los nervios.
Vaciando poco a poco el alma, dejando con hambre al sediento,
sin que se de cuenta, para que siga dando las gracias,
en el momento que separas su cabeza de su cuerpo.
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12 febrero 2011
11 febrero 2011
10 febrero 2011
08 febrero 2011
07 febrero 2011
06 febrero 2011
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